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“El cantante puede revertir el dolor y el miedo mediante su voz. El canto es profundamente sanador”. 

Ángela Suárez, cantante soprano y  líder de su propio cuarteto de jazz, comparte con nosotros sus reflexiones y desgrana sus vivencias durante la pandemia desde una visión humanista. Hay un antes y un después en su vida cuando le llega la práctica de Yoga: su gran herramienta que también le aporta al canto una profundidad especial. Para Ángela, la vida se abre camino con nosotros o sin nosotros, en un mundo que, según sus palabras, merece continuar y en dónde cada día sucede el cambio: con cada inspiración y cada exhalación hay una nueva oportunidad para la transformación; y así - afirma - motivar el deber de la creación, algo que debe emerger, salir a la superficie, aflorando como un loto en el agua.


Entrevista por Cristina Barredo



¿Cómo estás viviendo a nivel personal y profesional la crisis sanitaria y económica que se ha desencadenado con la pandemia de la covid-19? ¿Cómo te está afectando?



En cuanto a la pandemia y el largo tiempo sin escenarios, a veces no es fácil trasladar aquello que pensamos en palabras o más bien sucede que pensamos una cosa, sentimos otra y verbalizamos una muy distinta. Por condicionamientos de nuestras vidas, influencias o simplemente vergüenza no decimos aquello que sentimos. También cierta contención, para no lastimar o molestar a otros o simplemente para protegernos. A través del arte sea cual sea la disciplina el ser humanos abre su corazón, su mente, sus instintos emergen, se airean, respiran y se logra la expresión, una necesidad básica indispensable. El arte es una escotilla que libera las pasiones, los anhelos, los deseos, los miedos… Pacificando nuestro ser.


En este tiempo de silencio y retiro obligatorio he sentido la dramática falta de la expresión, uno podía cantar en casa, pero necesitaba el receptor, es como cuando un poeta escribe su poesía y la guarda en un cajón. No podrá ser literatura porque no trascendió, no hubo receptor. Así me sentí esclava de una situación inimaginable, como todos, una impotencia, una tristeza una decepción. La falta de algo vital: La expresión compartida con los demás. 


Poco a poco vamos recuperándonos y lo más importante la pandemia se va controlando, vamos aprendiendo a convivir con el virus. Y nos damos cuenta de lo indispensable que es la salud y la promoción de la investigación. Gracias a la ciencia por la vacuna.



¿Crees que es el final del mundo tal como le conocemos? ¿Habrá un cambio de paradigma? 

 

No creo en el final del mundo. Creo en la evolución y el buen hacer del ser humano para enmendar sus errores y contribuir a seguir en la Tierra de la mejor manera posible. La vida se abre camino con nosotros o sin nosotros. Este mundo merece continuar. Por cada uno de los seres vivos que lo habitan. Por sus montañas, por sus ríos, por los mares, por el aire. Toda forma merece gozar de este mundo.

Los cambios provocan cambios a todos los niveles. Sí, considero que hay un cambio de modelo. Quizás es aún sutil pero no deja de producirse. Cada día sucede el cambio, con cada inspiración y cada exhalación hay una nueva oportunidad para cambiar lo que no nos gusta. Necesitamos estar atentos porque si sabes lo que haces, entonces haz lo que quieras..



¿Nos acercaremos más a la mente colectiva o crees que seguiremos anclados en los actuales esquemas de pensamiento individual? 


Sí, sin ninguna duda, nos acercamos cada vez más a la mente colectiva. Nos dirigimos hacia una conciencia común. Es el esfuerzo de todos. Hemos querido avanzar, hemos tenido que protegernos y proteger, nos hemos aislados casi todos a la vez, se ha meditado más que nunca. Se ha estudiado más que nunca, se ha investigado más que nunca y de ahí la vacuna.


Ha aflorado una mente aliada para luchar juntos, grandes acciones sociales y más que nunca gran sentido de la solidaridad, beneficiar al individuo para proteger a la sociedad. La persona se ha visto aislada, sola, ha sentido el dolor en su retiro y eso le ha hecho valorar su familia, su pueblo, sus vecinos, su gente, sus fiestas mayores. Juntos hemos avanzado y seguimos. No obstante, el ser humano vive en su individualidad, en su pequeño “yo” y cuando se para puede entender que no es diferente a los demás, cuando sucede esa visión estamos en la mente colectiva, un día se va la mente y solo queda la colectividad y al día siguiente la unicidad. Entender que somos uno.


¿Hay un cambio de valores? ¿Crees es un cambio positivo? 

¡Estoy diciendo sí a todo!


Lo hay. Tiene que haber un cambio de valores porque vamos avanzando, porque nos hemos dado cuenta de lo importante que somos los unos para los otros, que toda acción repercute en todos y no solo toda acción sino todo pensamiento, nos dirían los maestros antiguos. Cada canto repercute, cada mensaje llega al receptor e influye en su mente, en lo más profundo de su corazón y puede reforzarle en los momentos más difíciles. Por eso esta lucha conjunta no ha hecho más que unir y mostrarnos lo realmente importante y lo que es accesorio. Ese es un cambio fundamental en los valores. En la dificultad aprendemos. Y así es el juego de la vida. Esta vida es hermosa, no obstante es un reto. Vale la pena disfrutar cada momento sin quedarnos atrapados en el pasado ni obsesionados con el futuro.


¡Aquí y ahora!

 


 Ángela Suárez Quartet con: Ombú Conforti, Josep Buch y Salvador Toscano.


Ángela Suárez, una voz al servicio de las personas  

Mis primeros recuerdos cantando son al lado de mi padre.


Recuerdo cantar una pieza de la zarzuela Las Leandras. “Por la calle de Alcalá”. La acababa de escuchar en un programa de TVE, podría ser 300 Millones. Resonó en mí la melodía que no paraba de reproducir cantándola por toda la casa. Hubo un momento en que soy consciente de que quiero que alguien me escuche y le pido a mi padre su atención. La necesidad de encontrar un receptor es ese acto de generosidad y también de necesidad de comunicación. Tendría 4 años. Mi padre siempre ha cantado, una voz muy dulce y gran musicalidad. Siempre hubo música en casa. De todos los estilos.


Otro recuerdo es en la escuela, en clase de música, la hermana Sor Mari Carmen se ausentó de clase y aproveché para salir ante mis compañeras y cantar, ya ves, siempre buscando el receptor…Llegó la hermana, me sorprendió, me cohibí, pero ella dijo que continuase, que siguiera entreteniendo a las niñas. Y así el canto inundaba mi vida, cantaba en el patio, en las reuniones familiares, con las amigas…Etc

Mi vocación nacía para entretener como había dicho Sor Mari Carmen. Una voz al servicio de las personas. Eso siento hoy.


A lo largo de mi vida el canto en diversos estilos ha guiado mi vida, también el teatro, la poesía, la danza. Y quiero destacar que antes un después cuando llega la práctica de Yoga a mi vida. Es mi gran herramienta y también aporta al canto una profundidad especial.


Otro recuerdo ante público fue con 12 o 13 años. Mis padres tenían un pequeño hostal en Caldes d´Estrach, ayudaba a mi familia en el negocio y siempre había una oportunidad para cantar, un cumpleaños…una dedicatoria…Etc. Allí estaba yo para ofrecer la pieza escogida. Pero una noche de verano, después de servir la cena a los huéspedes, anunciamos que iba a haber un espectáculo. Me vestí, me maquillé y escribí en un papel unos versos que tenían que ver con aquellos días de vacaciones y descanso de los clientes, tenían que ver con mi anhelo por la escena, por la necesidad de expresión. Sonaba el tango: “Por una cabeza” y aquél precioso salón con 27 ventanales que daban al mar eran como los focos de un gran teatro, a lo lejos el caminito de plata que dejaban las estelas de una luna llena y brillante que se reflejaba en el mar. Mi gran bautizo, Sonaron los versos y bailé, desplegué mis brazos, mis alas. Una magia especial me acompañaba. ¡La escena!


Es un acto muy íntimo y personal, es individual, subyace el ego, no obstante, busca la unicidad. Me motiva el deber de creación, de algo que debe emerger, salir a la superficie, aflorando como un loto en el agua.


El cantante puede revertir el dolor y el miedo mediante su voz. El canto es profundamente sanador.


Ángela, biografía

Angela Suárez nace en Terrassa en 1973

Desde muy pequeña siente la inquietud por la música.

Se inicia en el estudio del canto lírico Belcanto. Más tarde, se forma en canto moderno, crea su propio cuarteto de Jazz y música latinoamericana y realiza su primer disco:

“Te encontré”.

Continúa con la vertiente moderna y se siente atraída por la composición de temas propios en la mezcla de Pop, Jazz y el impulso latino. Así llega su segundo trabajo discográfico: “Qué pasó contigo, nene?”

En la actualidad mantiene su cuarteto de música moderna Ángela Suárez Quartet con: Ombú Conforti, Josep Buch y Salvador Toscano.

Trabaja profundamente en el desarrollo de su vertiente lírica. Como soprano dramática forma un dúo con la pianista Akiko Nomoto.

Es una cantante con un sonido muy rico en matices, amplio y cálido. Trabajando siempre en el campo vocal e interpretativo, más allá de la técnica siente que es una voz activa al servicio de las personas con un mensaje que ofrecer.


Ángela Suárez en Buenafuente 2007

Ángela Suárez Quartet - Presentación


Ángela Suárez - Ave María. Mascagni.



Ángela y el Yoga


"Tu práctica de Yoga es la herramienta fundamental para una vida plena"


Fundadora de la escuela Atman Yoga

http://www.atmanyogamataro.com/


Formada y especializada en:


  • Formación Integral de Practicantes de Yoga – 3er año – Acharya Sergio Martínez Pose (Barcelona)
  • Metodología Feldenkrais – (Marta Fiol, Paul Newton y Jaime Polanco) Instituto Feldenkrais
  • Seminarios Yoga y Meditación – Swami Digambarananda (Danilo Hernández)
  • Advaita Vedanta (Satsanga) – Swami Satyananda (Barcelona)
  • Yoga Restaurativo – Solstice Yoga Center (David McAmmond y Brigitte Longeville)
  • Yoga y Meditación Prenatal/Embarazo/Postparto – (Ágata Subirats e Imma Campos) Happy Yoga – Barcelona
  • Yin Yoga – (Inga Diescke) Belize Yoga School – Belize
  • Hatha Yoga – (Ashanti Garcia) Airbender Yoga Studio – Belize

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